"Pulsión de Muerte": Novela inédita de Federico Ambesi

Foto de Eran Topcu

"Pulsión de Muerte" de Federico Ambesi es una  novela que gira en torno a Radek, un hombre que, tras sufrir una serie de desencantos y aislamientos, se encuentra sumido en un descenso hacia la desesperación y la locura.
Ambesi nos presenta una narrativa inquietante y envolvente, en la que cada capítulo nos sumerge más en el deterioro emocional y psicológico del protagonista. La novela aborda temas profundos como la soledad, la desesperanza y la lucha interna contra los propios demonios.
La transformación de Radek, de un hombre sensible a una figura atormentada y nihilista, es una reflexión poderosa sobre la fragilidad humana y los límites de nuestra resistencia emocional. 


PRIMERA PARTE
Cuentas pendientes 

Hay casos en los que un carácter sensible, de esos que causan ternura tanto en quien lo posee como en los demás, no es más que la fachada de un espíritu frágil, incluso mezquino. Los vientos del destino, con sus fuerzas variantes, pero determinadas, actúan con frialdad llevándose esta máscara, la sepultan en el pasado y sólo dejan, a modo de prueba de lo que alguna vez fue, recuerdos que servirán para la posterior comparación. Es entonces que se muestra, con brillo inusitado, el hombre nuevo, llamado “distinto” por los demás, quienes no logran explicarse el cambio que hasta entonces habían considerado imposible en las numerosas especulaciones de las que cada uno de nosotros forma parte cuando es nombrado. Tal fenómeno sucedió una vez con uno de esos hombres buenos, de esos por los que, antes que afecto, se siente una compleja compasión. Por supuesto que él no lo notaba, aunque era evidente que todos se iban alejando de su lado como si de pronto hubieran comenzado a odiarlo. Como animal social que es el hombre, Radek intentó encontrar nuevas personas con las que relacionarse, pero había algo en su corazón que le pinchaba cada vez que se acercaba a los demás. 
Al mismo tiempo, por más que se esforzara, la gente parecía percibir la oscuridad que poco a poco iba tomándolo por completo y, al cabo de un tiempo, lo dejaban de lado. El orgullo, que a veces enaltece y otras tantas aniquila, le hizo pensar que no necesitaba a nadie más, que podía arreglárselas con sus propias fantasías. Sin embargo ¿quién está verdaderamente listo para vérselas con la soledad y salir indemne? La desesperación puede llevar a un hombre a cualquier resultado, al cual, finalmente, éste se aferra como si se tratase de la última esperanza fidedigna de continuar viviendo, de alcanzar la preciada idea de la felicidad. Una especie de rencor lo ató al nihilismo, y el astuto dolor se disfrazó de virtud. Pero había piezas faltantes, pues el mundo, por más que se pretenda, es un campo de batalla en el que cada uno debe aliarse a alguien más para luego romper relaciones y así continuar en la constante pugna con Dios. 

Por eso Radek, sin percatarse, fue construyendo un universo paralelo en donde él era el tirano, el humillado y la mismísima resurrección. Su carácter volvióse vengativo y burlón, como si fuera un arlequín. Al abrirse esta puerta, otros demonios confluyeron a su reino, y como todo monarca, acabó por ser un blanco al cual sus súbditos dedicaban todas sus maldiciones. Un rey paranoico siempre busca su chivo expiatorio, por eso desconfiaba de los demás hasta el punto de creer que todo aquel que estuviera fuera de su cuerpo representaba una amenaza. Se volvió huraño, retraído; convirtió a su hogar en una fortaleza y en menos de un año perdió contacto con la sociedad. Mientras tanto, en su mente se formaban ideas cada vez más retorcidas, de esas que censuramos con horror cuando apenas destellan en nuestras cavilaciones, por temor a convertirnos en un monstruo. Lejos de amedrentarlo, las pesadillas lúcidas causaban placeres irrefrenables en Radek y pronto se volvieron vicio. Éste era Radek, y su parte en esta historia comienza pocas horas antes de la noche de un domingo de otoño del año 1993, tiempo en el cual, pese a su obstinación, comenzaba a darse cuenta de que estaba sumergido en una pesadilla orquestada por él mismo. 
Merodeaba semidesnudo por la estrecha vivienda de dos ambientes sin una pizca de sueño, en un estado de alerta superlativo que lo mantuvo al punto del colapso durante toda la jornada. Su mente había empeorado durante los últimos días, pero fue en ese preciso momento que se sintió más atribulado que nunca. Por eso fumaba un cigarro tras otro, llegando al punto de sentir arcadas que lo hacían tirar la droga con un gesto de repulsión sólo para encender uno nuevo a los pocos minutos. Las voces en su cabeza se volvían cada vez más constantes, palpables, y llegaban a decirle qué hacer, cómo y cuándo. En el afán de exorcizarse, escribía sus pensamientos en un viejo y maltratado cuaderno que volvía a leer cada vez que la ansiedad le atacaba. El último de sus escritos permanecía sobre la mesa del comedor, rodeado por vasos, colillas y papeles abollados. 
Lo miró desde lejos, luego se fue acercando y lo tomó para repasar las palabras escritas durante el día anterior:  4

Mayo de 1993 

Me tiene. No puedo describirlo, sólo sé que me ha atrapado. No es un <quien>> ni un espectro, más bien huele a animal… se metió en mi cuerpo y sólo me abandona para dejarme llorar un poco, así me burla y se asegura de que no me queden fuerzas para pelear. 
Retuerce mis nervios a su antojo, me tiene en un delirio constante al entregarme voces y figuras que alimentan tanto a mis miedos como a mis deleites más íntimos. He llegado al punto de no saber si existo, tal vez ya no sea más que su sueño. Hace algunas noches me hizo ver que mi perdición sería a manos de una mujer, animal al que me resisto cada vez con más trabajo. No logro pensar en una mujer sin sentir la necesidad de cortarla, desde el hombro hasta las clavículas, usando un alfiler. Las pocas veces que salgo a la calle me paralizo al verlas pasar, tan hermosas, tan vivaces. Cierro los ojos, proyecto el corte, es entonces que mi cuerpo se estremece y el placer me domina. Me resulta inexplicable, pero encantador. Por eso me escondo, porque temo, y es entonces que las voces se acrecientan contra mí < nudo que controla tus impulsos; son creencias, nada más>>, Dicho así, parece absurdo, incluso aceptable ¿Quién más podría entenderme? Sé que llegará el punto en el cual perderé el control, no seré capaz de domeñar a este tirano, y mientras espero, me pregunto cuáles son sus ambiciones… Creí haberle entregado cuanto había en mí, pero quiere más, no le alcanza con verme de rodillas, me quiere en el foso, y para arrastrarme necesita que haga algo, que rompa un límite, lo sé. Pude verlo, sentirlo, no era un sueño, sino una reacción. La luz, la maldita luz brillante en mi cabeza, en mi cuarto, día y noche, sobre todo por la noche ¿Será posible aplacarla? Mis manos ensangrentadas, mi risa, un goce extremo. El cuerpo yace desnudo, conserva el horror y dejo de ser quien fui. Nunca más veré la tierra, ni el sol; le pertenezco ¿Cómo se vuelve de aquel primer deseo de matar, sobre todo cuando uno lo ha sentido de un modo tan sublime? 
 
Radek. 



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"Pulsión de Muerte": Novela inédita de Federico Ambesi"Pulsión de Muerte": Novela inédita de Federico Ambesi








Federico Ambesi, nacido en Buenos Aires en 1990. Ha recopilado desde 2013 las poesías y relatos cortos que conforman su libro "Mitología Urbana", una obra que captura la esencia de la vida en la ciudad con una perspectiva única y evocadora. En 2024, Ambesi publicó "Pulsión de muerte", una novela que explora temas oscuros y complejos, demostrando su habilidad para abordar la naturaleza humana con profundidad.


📖 Lee otros textos de Federico Ambesi (en Herederos del Kaos): Un paso al costadoColapso.

Foto de Eran Topcu: pexels-public domain.


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