Prologo de Adolfo Marchena
La primera palabra es palabra de vida o de muerte. No existe tierra de nadie en este conflicto de hombres y leyes, para descansar en paz de tanta vacuidad y vacío, de tanto derroche y desprecio. La poesía de Javier Flores Letelier es un goteo constante contra la roca de la impunidad, de las sentencias equívocas, del recibo baldío.