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«Las 79 lunas de Júpiter marchitaron la conciencia de Alicia en el retrovisor», un texto de Carmen Rosa Orozco

«Las 79 lunas de Júpiter marchitaron la conciencia de Alicia en el retrovisor»

El poema de Carmen Rosa Orozco, se centra en la idea de la exploración y la existencia de vida en otros planetas, a través de la historia de Alicia, quien discute con la profesora Mónica Grady sobre la posibilidad de vida en Europa, una de las 79 lunas conocidas de Júpiter.
El poema también aborda temas como la alimentación, la flora intestinal y los microorganismos. El poema se desplaza hacia la imaginación de Alicia, explorando las posibilidades de sus vidas pasadas, como una física cuántica, una dibujante, una cantante y un delfín gerente de hotel en Marbella. Desde la ciencia y la exploración del espacio hasta la reflexión personal y la nostalgia.

«Camila flanquea su idioma» Un texto de Carmen Rosa Orozco


Intentando abrir puertas con una espada, 
enhebrando agujas por la punta, 
plantando árboles de sombra boca abajo.  Marianne Moore.      

 

        Los traficantes de armas
        disecaron mi rostro
        lo cortaron del tórax con un bisturí transparente
        que se desaparecía en sus manos.
        Cosieron la sangre titilante
con sal, hilos de azafrán y rosas,

«Si hablaras con Emily», un híbrido del poemario «Bocetos para Alicia», de Carmen Rosa Orozco


Si Emily Dickinson viviera
estaría dichosa por tener redes sociales
porque no tendría que salir de su casa,
su habitación sería el ombligo 
de un mundo sin luces ni perfección,
subiría historias a su Instagram
de sus vestidos almidonados,
de sus plantas con sus nombres escritos en latín
en una cartulina color rosa pálido,
haría posts con frases de amor e indirectas a sus enamorados,
trataría de cambiar de peinado 

Una muestra del poemario: «Los días asincrónicos de Tina», por Carmen Rosa Orozco

Día 180 Luces y dedos. 

Era una línea delgada y luminosa
sobre la cual andaba junto a los niños
que perdieron la vida por decisión de su madre
cerraba los cuadernos y me hablaban desde el vientre:

–Ella prefirió la belleza y la estridencia, el sonido demacrado de cada palabra la desorientaba, tocabas la flauta dulce junto a la sombra de la luna la noche que fuimos succionados abruptamente; las serpentinas de papel crepé se agitan, enredas tus dedos en ellas, son color fucsia y

«Edgar Allan Poe es mi vecino», un texto de «Los 20 retratos de Sofía en la pared», poemario de Carmen Rosa Orozco

Resulta que años después de mi muerte en Baltimore he regresado a vivir junto a mi vecina Sarah Morante, soy alcohólico de nuevo y me llamo Víctor Fuentes, me arrastro por las paredes, a veces mancho de diarrea el piso próximo a mi apartamento; ella me repulsa así como mi padrastro, tal como ella he suprimido mi apellido paterno, piensa en atacarme con un palo pero no lo realiza, John también lo quiso hacer en su lecho de muerte para que no me le acercara, pero ya sólo deliro por Virginia, mis hermanos me encontraron en la plaza Del Lago llorando por ella, por esos hijos que no pudimos tener.

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