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Tú eras la resistencia: Giacomo Perna - Poesía

Foto de Guto Abreu

Estoy en un proceso complicado:
Trato el trago con juicio
En general, intento organizar con sentido el vicio;
Proyecto mis ansias en la virtud
Convenciéndome de que la labor
El esfuerzo el sacrificio los desvelos no remunerados
Apunten a la nobleza del alma;
Callo la zozobra con la lectura
Centrándome en las letras impresas
Para no hacerle caso al remolino de frases indigestas
Que solo me marea;

Qué pena conmigo: Giacomo Perna - Sin importar la hora

Giacomo Perna

Antes tomaba ron 
Rigurosamente con cola
A las horas más disparatadas del día
Nueve de la mañana o cuatro de la tarde u once de la noche
Sin importar la hora
Porque lo único importante era azuzar la poesía
Aquella poesía que yo sabía
A ciencia cierta
Que dormía en los venenos de mis entrañas. 

Ahora tomo ron
Rigurosamente con cola
A las horas más tristes de la tarde
Frente a tres cotizaciones y un Excel desalmado 

Dos poemas del autor napolitano Giacomo Perna - Tras dos besos y un orgasmo

Foto de Elijah O'Donnell

Que harías vos... 

Hay días en los que la muerte no parece gran cosa

Un descanso, más bien.

En cambio, la vida siempre es ajetreo.

¿Vos cuál elegirías?

Tenía razón Arthur
Y más aún mi tatarabuelo
Cuando les restaban pesadumbre a sus quejas
Maquillándolas de filosofía:

"Y me vale pico", un poema del autor napolitano Giacomo Perna - Con tu abstinencia y tus delirios

Foto de Pavel Danilyuk

– soy la persona – le dije yo

– pero qué persona

– soy la persona – le confirmé

y el problema

el problema

pero vale pico

es el humo que apesta

pero vale pico

Desde Bélgica: «Cántico de los borrachos», un texto de Giacomo Perna

A veces llegan días en los que no podemos. 
Son días sin sol ni lluvias, de parecer indescifrable. 
El cielo tiñe el alma de todos los matices, intenta confundir las verdades con un arcoíris de inmundicia, un irrespetuoso bacanal de colores desahuciados que engañaría a los más desprevenidos, pero no puede con nosotros, pues solo nos termina revelando los embustes del vacío. 
– Blanco – 
O son noches de relumbre desasosegante, de párpados irrequietos, zozobras al acecho, deseos áridos, sudores congelados por el estruendo redundante – ya no puedo más – e inquietudes que

Desde Bruselas: «Doña Susana vanguardista de la tolerancia», un relato del autor napolitano Giacomo Perna

Todos condicen con que Doña Susana no resplandece por su simpatía, ni tampoco por su gentileza. Es una señora algo amargada, con un carácter que, dependiendo de la bondad de quien la describe, oscila entre lo firme y lo verdaderamente hijueputa. Podría ser normal, considerando la edad, pues otro humano más que sobrepasó el número de primaveras tolerables para la paz del ánimo, pero la verdad es que ella siempre fue así. Además, diferentemente de sus símiles, la vejez no apaciguó sus centelleos de ira ni atenuó su proceloso espíritu. Tal vez que por esto se quedara soltera, pues vaya a aguantar semejante personalidad. Según los comentarios iniciales de su

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