Dina Bellrham, además de ser poeta, estudiaba medicina, y esta formación influyó significativamente en su obra. Sus poemas reflejaban una comprensión profunda de la anatomía y los procesos corporales, lo que le permitió utilizar términos médicos y científicos de manera poética. La forma en que describía el cuerpo y sus funciones no solo revelaba su conocimiento técnico, sino que también aportaba una dimensión de realismo y precisión a su escritura.
Las metáforas médicas que utilizaba le permitían explorar temas como la fragilidad de la vida, la enfermedad y la muerte desde una perspectiva que era tanto científica como emocional.
En sus poemas, el cuerpo no era solo un objeto pasivo de contemplación, sino una entidad dinámica y viva, sujeta a la enfermedad y a la curación.
Aunque su vida fue corta, su legado literario continúa tocando a quienes leen su obra.
Síndrome del miembro fantasma
lo bello de un pie gangrenado
es su ausencia en la tierra;
por eso los ojos se van al pasto
y maduran como naranjos.
el cuerpo estorba
apreta
no entra
en el vientre de los sorbetes
ni en la estufa de mi abuela,
por eso amo mis pies lilas
cubiertos de hormigas
Agorafobia
“Hay demasiados esqueletos caminando a mi alrededor no me dejan llorar. Me encierro en el baño desnudo el riñón simulo lo indispensable. Lloro. Maldigo. Lloro. Doy círculos. Me desesperan las voces que me dicen “tírate”. La mielina es un fantasma en mis axones vagabundos. Necesito escapar. Muerdo mis uñas. Hay sangre en mis ojos de insomnio. Me arden las ventanas las puertas. Hay cordura en mis labios. Hay humanos demasiados humanos. Cerebros fábricas. Quiero huir. Debo huir. Las farmacias semejan una juguetería. Amo las farmacias compraré muchos juguetes dos muñecas para romperles la médula engendrarles dragones en sus faldas carnosas ¿Por qué no soy como los esqueletos ambulantes? Hay felicidad insecticida en sus vientres flores oficinas anteojos carteras.Nunca entendí esto de usar tacones y periódicos. Es tarde el día cumple su meridiano de lámpara. Es tarde. Debo cancelar la cuenta de la caja electrónica. Sonreír porque se notan las lágrimas.
No deben verme. No hoy que me he sacado la máscara”.
a
“Más que por la A de amor estoy por la Ad e asma, y me ahogode tu no aire, ábreme”
Gonzalo Rojas
La tumba me zumba desde la epiglotis. Cómo duele lanzar un grito en medio de los árboles. Respirar se me ha vuelto tan desesperante. ¡Ah disnea!, esa capacidad la tuya de dejarme trémula en media vereda, en media cena, en media distancia hacia el apocalíptico murmullo de los bronquios, que gimen su tortura; y pensar que quería usar la bufanda para apresurar el salto de canguro del miocardio. Están de luto las sextas uñas. Vocifero una espuma de hematíes y las palabras me salen cortadas, ahogadas… La tos es la muerte del amor de cantinas. La tos no escatima súplicas a la afonía verde de los insectos. Y pensar que siempre quiero marcharme dejando las maletas debajo del catre, y el abrigo puesto en el cuerpo de otra.
Necrofilia
La boca ha muerto:
a qué te sabe mi lengua formolizada?
aun serpenteante
vaporizando espermas
cobijando vástagos mitóticos..
sus papilas insomnes...
a qué te saben estos dientes cianúricos?
y su calco de juguete-de-niño.
mis besos rancios
aferrados a mutismos
su océano letárgico
filtrando hálitos
a qué te sabe mi labio de escalera?
pestañeando rayos
y anélidos
mi complejo de ofidio ruidoso
la cicuta en mi vientre caduco
qué batiscafo podría
degollar la cantimplora arúspice
de la mirada tardía
a qué te sabe mi guión de puta
sembrando uñas junto a las lápidas?
Dina Bellrham (1984-2011), nació en Milagro (Guayas), Ecuador. Sus estudios primarios los realiza en Naranjito, los secundarios en un colegio franciscano de Milagro, donde empieza a publicar poesías en revistas juveniles y en algunas editoriales. Curso el quinto año de Medicina, en la Universidad Estatal de Guayaquil. Publicó cuatro poemarios: Con plexo de culpa (2008), La mujer de Helio (2011), Je suis malade (2012) y Libro inédita Bellrham (2013 Postmorte).
• Diez años de la partida de Dina Bellrham, una poeta que se apagó muy pronto (Indomita-Periodismo).
• Lee otro poema de Dina Bellrham (en Herederos del Kaos): Niña.
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