Tres poemas de "Los placeres del silencio" de Francois Villanueva Paravicino

Maycon Marmo

‹‹Por dondequiera que fui, / la razón atropellé, / la virtud escarnecí, / a la justicia burlé / y a las mujeres vendí››.
ZORRILLA 

De donde emerge tu alma, aquella oscura sublimidad,
 insultaste a la ley de inocente, con sagacidad, 
y tu ser forjaba, con grandes rupturas, aquella verdad,
 burlándote de los soberbios y su doble santidad.

De donde arden tus ósculos, aquel ahogo de la beldad,
 demoliste la base etérea de la buena sociedad,
y cual Baco con las ménades, las ofrecías con majestad,
 luego de bañarte con el elixir de su interioridad. 

Y tú, que viste todos los jardines de exótica sinuosidad,
 desde la más chica hasta la de mayor veleidad,
sentenciaste tu destino mitificándolo con ignobilidad,
 colocando tu memoria en manos de la maldad.

(El de la llave maestra)



Los flagelos de un futuro imperfecto

‹‹No habrá risa; no habrá arte; ni literatura ni ciencia; solo habrá ambición de poder, cada día de una manera más sutil››.
ORWELL

Como animal bicéfalo, bestial y crudelísimo, aquel dios te perseguía
 desde que lo amenazaste con el puño agitándolo en tu mente,
y Él, que todo lo ve y lo registra, lo condena y lo castiga con frialdad,
 te seguía como la sombra de los talones cuando lucha o huye.

Como la cifra satánica y demoníaca, cicatrizó aquel año con la visión
 donde el Cielo era el Infierno, y el Infierno era la fenicia atada
con condenados de forma injusta que lucharon por la gris libertad,
 pero la realidad era más fuerte que los buenos y bellos deseos.
Y aquel astro ubicuo cayó sobre tu seso, como un astro apocalíptico,
  que te hizo crujir los dientes como los que rechinan por dolor,
desgarrándote y triturándote como Cancerbero en sus fauces negras,
 estocándote con la lanza del destino que mató al nuevo Adán. 


Las ascuas y el fuego

‹‹Ellos perduraron››.
FAULKNER

Relojes dilatándose como una llaga que sangra y seca,
 son bestias enamoradas con aflicción y modorra, 
que ama la prenda nívea que flamea como una bandera,
 y no logra huir de la grotesca y sórdida orilla.

Ante su mirada bifronte, una nínfula madura se desnuda,
 detesta los libros, la tranquilidad y su piel palpita.
Su carcelero discute con odio y le amenaza con la flama.
 Odia la noche por negra y ama por gris la sombra.

Del laberinto la ménade en celos huyó, con desesperanza,
 como atraído por el mundo ardiente de la magia.
El guardián incendiándose la siguió con la mortal espada,
 pero la visión la ocultó detrás de su eterna mirada.




Francois Villanueva Paravicino.
Escritor, corrector de estilo, columnista y amante de los libros. Estudió Literatura y cursó la maestría en Escritura Creativa en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Autor de Cuentos del Vraem (2017), El cautivo de blanco (2018), Los bajos mundos (2018), Cementerio prohibido (2019), Sacrificios bajo la luna (2022), Los placeres del silencio (2023) y Operación Catástrofe (2024). Ha sido distinguido en diferentes certámenes literarios, tanto nacionales como internacionales. Autor's Page...

📸 Imagen de portada: Maycon Marmo (pexels-dominio publico).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ENTRADA DESTACADA

"Entrevistas y reportajes" en el mundo de las letras y las artes escénicas

Esta selección de entrevistas y reportajes realizados por Juan Carlos Vásquez para diversos medios y revistas, reúne a una amplia variedad ...