Miró a todos reunidos a su alrededor; estudió sus rostros, recordó los malos momentos vividos, sus preguntas, sus burlas, sus insinuaciones. Siempre sintió que, al comentar sobre su vida, les daba un motivo para burlarse de él: que no le gustara el fútbol, que jugara ajedrez, que su hobbie fuera la filatelia, que tuviera un gato Siamés, que saliera a caminar en las noches... Esta situación lo llevó a cansarse de sus compañeros, del trabajo y hasta de su solitaria y aburrida existencia. También despertó en él la necesidad de hacer algo que le devolviera esas ganas de vivir que le habían robado.
Poemas: «Anunciación» y «Buenas maneras», de Ulises Varsovia
AnunciaciónUn ángel de niebla y cenizaviniera a mí en el atardecercon su muda voz sacudida,y abriera desmesuradamentesus ojos sin dimensión,sus ojos vacíos navegando.Viniera en el atardecerhasta mi distante ventana,y sacudiera su vozde áfonas sonoridades,de áfona intemperie tonal,al tardío atardecer,envuelto en insondable niebla.
Artículo: 'Nuevo récord de casos de coronavirus', por Raúl Allain
La cepa brasileña del coronavirus está causando estragos en varios países de América del Sur. En el Perú se registró un nuevo récord de contagios en 24 horas, con casi 12, 000 casos, la cifra diaria más alta en prácticamente un año de pandemia. Lo mismo sucede en Paraguay, donde los decesos por la covid-19 se multiplicaron por cuatro desde enero hasta ahora.
Mucho más contagiosa que la versión original del coronavirus, la cepa brasileña es capaz de acelerar los casos por su alta contagiosidad, lo que está poniendo en alerta máxima a los países sudamericanos. Los estragos en Paraguay, Bolivia, Chile, Uruguay y en el Perú están derivando en cierres o restricciones de fronteras.
Cuento: «Encuentro de dos amigas», Graciela Cecilia Enríquez
CECILEI estaba sumergida entre sus libros, sus cuadernos y su lectura que devoraba intensamente, era vivaz e inteligente aunque le parecía que le faltaba algo para ser feliz por allá a fines de los 90` considero hacer cambios muy marcados en sus tres décadas de vida. En su primera juventud había comenzado a escribir y al enamorarse versos de amor destilaba en cada beso y beso hasta que todo una vez más llegaba a su fin era entonces que sus rimas se concentraban en desamores y engaños así su forma de escribir fue cambiando reconociéndose entre relatos y cuentos.
«Corro», un relato de Leopold Reinhard Resch
Corro como un desesperado, no se dónde estoy, solo sé que tengo que correr. Algo me persigue. Grande, furioso, mortal y sin compasión. El sudor chorrea incesantemente por mi rostro mientras el rumor del abismo se incrementa. Es más veloz que yo. No tengo la menor posibilidad de escapar. . . Sigo corriendo en una misma dirección, no sé cuál. Me rodea un pasillo como de un hotel, pero cargado de elementos de mi propia casa. Mi cama está en el descanso de una escalera que no he visto en mi vida. Mi madre está detrás de un mostrador que exhibe bebidas de color indefinido, ella ríe y me señala con el dedo.
Julia de la Rúa: la cultura como factor humanizador
Dirección: Paseo de las Facultades 3 Redacta el CV. Andrés Alonso Martos – filósofo 46021 Valencia (España). Teléfono: // Móvil: 661 957839
Julia De la Rúa es una escritora, poeta y acuarelista salmantina, que vive desde hace años en Valencia.
Compagina su labor y su compromiso como artista con la gestión empresarial, cultural, editorial y solidaria.
'Otoño', texto perteneciente al libro 'Lo bueno de verdad', de Virginie Despentes (fragmento)
Pauline sale del metro. Luz blanca, abandona las cosas grises y frías. Venden flores allí mismo, tenderete atiborrado de colores, fuera de contexto. La adelanta un patinador, estilo grunge blandengue, bien limpito él. Pasa una señorita increíble, con poses de pantera, botas altas piernas finas chaqueta de cuero blanco parece de otra época. Pasando a su altura, la chica le sonríe.
Le duele la cabeza, demasiados cuelgues acumulados, sólo se te pasa con el primer trago de vino.
'El amor de José', relato de Juan Luis Henares
¿Qué hago acá? Aguardo mi turno mientras esa muchacha continúa con su declaración; sin embargo tengo ganas de levantarme de la silla e irme rápido a casa. Vine porque le hice caso a Ana —mi mejor amiga, creo—, no obstante temo que ella me tenga envidia. Él es tan lindo, que cada vez que lo mira me parece notar en sus ojos un destello de deseo. ¿Será que Ana al no poder tenerlo tampoco quiere que sea mío?
'Medalla olímpica', relato de Juan Luis Henares
Últimos ciento noventa y cinco metros; luego de correr cuarenta y dos kilómetros sus piernas parecen querer doblarse. Ambos ingresan al estadio, la pantalla gigante —con el logo de Marathon Olympic Games New York 2036— los muestra en primer plano pelear por la medalla de bronce. De pronto enfocan a los ganadores, quienes en el estrado aguardan impacientes el final para recibir sus correspondientes preseas de oro y plata. En la pista, el joven atleta local se impone por escasos metros y festeja; al transponer dos segundos después la meta, su rival —vencido— cae al piso y comienza con un leve llanto que de inmediato aumenta en intensidad, hasta convertirse en un lastimoso alarido de dolor.
'Consejos sedantes', cuento de Santiago Garcés Moncada
El doctor Cortés escuchó a su paciente en silencio, quería calmar aquella nueva crisis nerviosa que había sufrido esa mañana a causa de la ansiedad y que no daba espera, habían vuelto a despertar en él esos intensos deseos de matar que tantas veces habían cegado su razón y que llevaban sin manifestarse en su cabeza desde hacía un mes. —No sé qué hacer conmigo doctor, jamás me decido a hundir el cuchillo, siempre estoy a punto de acabar con ellos, los veo acostados, con los ojos cerrados y una mueca de tristeza, están ahí, indefensos y quiero acabar con su miseria, pero algo me detiene y no lo hago.
Música: "Cardiel", skate, punk, stoner, psicodelia & dub. (Artículos y videos)
Originario de Valencia, Venezuela , Cardiel se formó en la ciudad de México a mediados de 2010 por Samantha Ambrosio (batería/voz) y Miguel Fraino (guitarra/voz). La idea detrás de la banda era hacer música para videos de skate, logrando la combinación entre lo rápido y agresivo con un dub psicodélico. La banda ha ganado notoriedad entre la subcultura skate y ha sido presentado por la revista Thrasher. Han tocado en eventos importantes para la comunidad
Ficción: Tres cuentos breves de Ale Montero
Nave
Caminé por una selva de inmensa vegetación. Apenas si podía avanzar. Un intenso calor abrasaba mi piel. Me subí a los árboles: me ayudaron a evitar la cálida superficie. Una extraña nave con tubos gigantes flotaba en el cielo. El vehículo me jaló con sus enormes filamentos. Aparecí en un ingente mundo iluminado. Me envolvieron con una sábana gigantesca.
Corrupción y campaña política en el Perú
En el Perú ante la crisis política endémica y lo cambiante del escenario electoral, cualquier cosa puede pasar, incluso el mismo día de las elecciones generales. Esta teoría se sustenta en hechos: ocurrió con Alan García en 2001, cuando sorpresivamente pasó a segunda vuelta, y también en 2016, año en que Keiko Fujimori tuvo la Presidencia en sus manos, pero terminó perdiendo por 41, 057 votos ante Pedro Pablo Kuczynski.
'El viejo que soñaba con leones marinos', un relato de Alejandro Rodelo Caro
Este año no me has leído nuestro libro favorito. No viniste a casa por temor a contagiarme. En las fotos que enviaste la semana pasada no pude distinguir tu rostro: las marcas del tapabocas y de las gafas de protección te transformaron en otro individuo. La pandemia te encerró en una burbuja de temores...
De los años de tormentas y mujeres, sólo quedó la cicatriz en tu mano derecha. Como el protagonista de nuestro libro favorito, nunca prestaste atención a la mala suerte y a los pésimos augurios de la gente. Saliste a tu mar y durante varios días batallaste con ese enorme pez espada de dieciocho pies...
'Prisionero', poema de Rolando Reyes López
Esta vida será otra despuésdel año 2020,los rostros serán otros,el tiempo, la risa, la vejez,las pretensiones,los estados de concienciael concepto de cotidianeidad,el concepto de distancia...los conceptos de ausencia y realidad.El universo retrocedió,hoy supe que hay nombres que ya no existen;esos nombres no pertenecena los soldados de la guerra,a presidentes ni vicepresidentes.
«Cronología de la covid-19 en el Perú: pandemia, recesión y crisis», artículo de Raúl Allain
El día sábado seis (06) de marzo se cumplió un año desde que se confirmó el primer caso positivo de covid-19 en el Perú. El encargado de comunicar este primer reporte de coronavirus en el país fue el expresidente de la República, Martín Vizcarra Cornejo, vacado por incapacidad moral permanente.
El primer caso de coronavirus se trataba de un hombre de veinticinco (25) años que luego de permanecer en los países de España, Francia y República Checa, se contagió de la enfermedad cuando en Europa el virus ya se expandía con rapidez.
«Caracola», poema de Juan Manuel Labarthe
Sobre la tapa del negro piano descansa una blanca caracola,frágil cristal de filigrana, materia arcana,artilugio inútil que guarda el polvo en un museo abandonado.Más si por un momento, el ojo se detiene,y la sustrae atento de la prisa cotidiana,la caracola antes muda, parlotea con bullicio de nostalgia.
"New York, New York": Una historia de Carlos Latorre Gutiérrez
Mi padre falleció cuando tenía 12 años, fue un golpe muy fuerte no solo para mí fue una tragedia para mi madre, la vi sufrir por mucho tiempo, yo era hijo único y tuve la suerte de tener unos padres que se preocuparon muy bien de mí y que gozaban de una muy buena situación económica, no fui muy bueno para el estudio pero si logre llegar a la universidad, mi madre y recuerdo que mi padre querían que yo fuera abogado, solo estuve dos años estudiando leyes y me retire, yo tenía otra profesión que quería seguir a pesar que a mi madre no la aceptaba, quería ser actor de teatro, no fue fácil para mi madre aceptar que financiara el curso de teatro en una universidad, todo marchaba muy bien, solo mi madre y yo y algunos familiares que nos visitaban para algunas ocasiones como cumpleaños y cenas de fin de año.
Poemas para Alejandra Pizarnik: «Desde Graciela», por Graciela Wencelblat
(de Cotidiana E.D. el monoarmado/2006)Esa nocheno podia quedarmeAlejandra.La muerte acechaba.¿De que hablar?Rechazabaslo único que yo podia-mi abrazo.Trotaba en la llanurala estrella más brillantepero no la veías.Sí, corrihacia ella/lejos de tu oscuridad.
Poemas para Alejandra Pizarnik: «Te busco», de Ana María Manceda
Te busco en los sonidosque respiran la historia.Te busco en la nómadabúsquedadel alimento primitivo.Te busco en las lucesde quásares ignotos.Te busco en las cotidianasmañanas del hastío.Te buscoqueriendo atrapar el tiempocon el teléfono, con la informática,con la intelectual aventura.Te busco, te busco...
Let Me Tell You, What I Mean: «Fathers, Sons, Screaming Eagles», Joan Didion
“I hope you don’t think I’m a hippie,” said the man to whom I was talking in the Crown Room of the Stardust Hotel on the Las Vegas Strip in Las Vegas, Nevada. “I’m just kind of, you know, growing this beard.” His name tag said Skip Skivington. He was probably in his early forties and he had been at Bastogne with the 101st Airborne Division in 1944 and his voice was gentle and apologetic and I had not thought him a hippie.
«Ojo de cerradura», un poema de Pierre Turcotte
tu ojo se atascó en el ojo de la cerradurauna otra vez¿por qué no simplemente entrar?traigo aceite de cerradurapara liberarlopero me ves venircomo una mala llavemientras estoy lleno de amorporque hicisteesta indiscreciónque fue fatal para tiuna cerradura es una cerraduracomo un candado es un candadoy un ojo es un ojo
'La casa del ojo rojo', relato de Juan Luis Henares
Despertó aturdido. Pronto comprendió el motivo: sonaba el timbre de su celular; pensó que sería las seis menos cuarto, hora en que se levantaba para ir al trabajo. Encendió su velador, el viejo reloj que colgaba de la pared marcaba las dos y veinte; recordó que era sábado, día en que no trabajaba. Atendió con torpeza y le respondió una voz de mujer:
—Luis, soy Alicia, ¿Mariano está con vos?
'Margarita', cuento de Antonio Garza
—¡No, mamá!, no vayas a llamar a mi tía. Mejor quédate tú con nosotros —la insistencia y mi cara de angustia terminó por convencerla de quedarse en casa.
Esa noche mí madre no sabía porque razón estábamos evadiendo a mi tía, no tenía ni la más remota sospecha de nuestro temor, pero había llegado el momento de contarlo. Papá tenía semanas laborando en Estados Unidos y mamá trabajaba de noche como enfermera en un hospital, y la única que podía cuidarnos era su hermana, nuestra tía Maggie.
«Inquisición», poema de Adrián Calderín Gutiérrez
En la tórrida hoguera arde una brujadesde la oscuridad del medioevo.En la fría mazmorra un tierno efebosodomita padece. Se dibujaen el rostro del Papa una sonrisatriunfante. La labor del Santo Oficiosustituye muy bien al ejerciciode Dios sobre la Tierra. Tiene prisapor preservar su vida algún herejede la investigación del Vaticanoy de sus herramientas de tortura.
Poemas para Alejandra Pizarnik: «Atacante Suicida», de Reyna Varela Labrador
Quien la vistiópara sus nupciascon el estallido,quien peinó sus cabellosy ajustó el pañueloa la usanza de las muchachas palestinasQuien ciñó el fatal cinturón,como fue el intercambio de miradas,y el nervioso roce de los dedos
'Sincretismo', relato de Wilson Alejandro Díaz
Ahora, en estas tierras vastas e inhóspitas donde el demonio que promulgan aquellos que son mas malvados que aquel a quien tanto temen, es donde nuestros caminos se hacen uno. Ahora, tras la aniquilación, el rapto y los vejámenes que solo seres ajenos a la naturaleza humana pueden perpetrar, podemos ver un nuevo horizonte donde todos estaremos en una misma linea y seremos uno en todo y todo en uno… ese es el Destino, los dioses lo han marcado así desde antes en los caracoles y los huesos. Así estaba escrito y así se hará…
'El culpable', relato de Keimer José Pájaro
Había pasado un año desde la muerte de Sonia Zapatero, y el mundo seguía su curso, como suele hacerlo, sin importar nada más que el ir en su tránsito agónico.
Hoy, aunque todo parecía haberse quedado en el pasado, por las voces del pueblo he vuelto a revivir el recuerdo del olor de su cuerpo en plena descomposición, y aquella caja rectangular donde fue sepultada, las manijas de bronce y el delicado color marrón de la madera.
«¿Quién persigue a Leopoldo Arriasgoiti?», cuento de Trinity G.
Nerviosa, la enfermera registró el nacimiento de Leopoldo Arriasgoiti, el bebé prematuro de Estela Rivereta, una mujer de Valtierra, Navarra, que a sus treinta y siete años ignoraba sus seis meses de embarazo, y que llevada de urgencia a la clínica por una hemorragia con tintes de muerte terminó pariendo gemelos. Primero salió uno y abrió la boca para llorar, pero no salió nada, pareciera que el cuerpo no recibió la señal para avivarse y murió pronto. Después sacaron al segundo que lloró a pulmón abierto, pero su llanto fue tan triste que sobrecogió al personal médico presente.
'La última cena', relato de Silvia Carus
Era el cumpleaños de mi suegra. Mi marido y mi hijo se había ido hacía ya tiempo a su casa. Yo había decidido quedarme un poco más a terminar de arreglar nuestro hogar. Me duché y me vestí adecuadamente para la ocasión y tras meter las llaves de mi coche en mi diminuto bolso, me dirigí a su encuentro.
«Domesticar», texto de María Susana López
Preparado para la caza.El criado limpia las botas de su patrón.El perro amaestrado, obedece a su amo,Trae la presa cazadaSumisa la fámula a las pretensiones,Prepara la mesa, como servil domestica.El patrón como fiel servidor a la sociedadSe somete a obediencia debida.
«Vacunagate: corrupción política en el Perú», artículo de Raúl Allain
El presidente de la Comisión Sectorial Investigadora de la Aplicación de la Vacuna Candidata contra la covid-19, Fernando Carbone Campoverde, explicó en rueda de prensa que en el margen de las 470 personas que recibieron la inoculación con la vacuna de Sinopharm, según la lista entregada por la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), 101 personas no formaban parte de los equipos de investigación.
"Un poema homenaje a Pizarnik, por Alejandra Planet"
Ven Alejandra,Que llega la noche a los solaresY te grita desesperada,Rompiendo los cristales de este mundo.Ven, ven, poeta ausente,Es tu noche amada la que clama,Tu lecho de palabras.Apura el paso frio de tus huesos llorosos,Que la guitarra perdió sus cuerdas
'El llanto de los Silenos', relato de Albo Aguasola
Alegoría de la vejez
Era la vida y se nos ha ido fauno, llegamos tristes y vencidos al epílogo de los años, hoy jadeantes y desparramados yacemos ante el ocaso, envueltos en la miseria absurda del miedo y del desengaño, ¿Te acordáis cuando éramos jóvenes? Tu fe corría risueña por los arbustos y los prados, en el delirio del hontanar se recreaba mi ímpetu, las ninfas y las libélulas se entretenían en los nenúfares, y tú les cantabas y yo las amaba, de tu lira salían sonetos, de mi virtud donaires, y enredados en el silfo, espíritu alegre de los aires, corríamos con nuestras amantes por los floridos valles.
'El basural', relato de Juan Luis Henares
Mediodía, la escena se repite en el transcurso de toda la semana, excepto los sábados y domingos: una veintena de personas bajo el sol de febrero observa impaciente al chofer del camión elevar la caja del mismo y vaciar su contenido sobre el terreno. Ni bien el vehículo arranca todos corren como si se hubiera dado la señal de partida.
'La llegada', texto perteneciente al libro 'Diario Irlandés', de Heinrich Böll
Al subir a bordo del vapor, vi, oí y olí que había traspasado una frontera; había visto una de las caras amables de Inglaterra: la casi bucólica Kent, después de rozar apenas el milagro topográfico de Londres, y luego una de las caras sombrías: Liverpool; pero aquí, en el vapor, se había acabado Inglaterra: aquí ya olía a turba, sonaba el celta gutural por el bar y el entrepuente, aquí el orden social de Europa adquiría otras formas: la pobreza no solo ya no era «una vergüenza», sino tampoco una honra: resultaba —como índice de posición social— tan trivial como la riqueza;
El regulador
Caminaba por la calle y vi a un hombre disparar a otro. Observé su caída, el orificio de la bala en su frente y la sangre saliendo del orificio. Pero llegó el forense y me explicó que en determinadas situaciones de estrés, proyectar asesinatos por armas de fuego es normal y que, en realidad, lo que había visto fue un suicidio.
No existían disputas, ajustes de cuentas, nada de lo que mi mente estaba considerando era real. Al principio tuve mis dudas y me extrañé. Escuché con desconfianza al forense, pero luego decidí irme y comentarlo en grupo. Una de las personas puntualizó con calma que le había pasado lo mismo. Relacionó