La habitación estaba limpia y acogedora, las cortinas corridas, las dos lámparas de mesa encendidas, la suya y la de la silla vacía...

¡Lo que daría ahora por no haber hablado de ciencia ficción aquella noche! Si no lo hubiéramos hecho, en estos momentos no estaría obse...

Loyo Cuestas y su «cipote» hicieron un «arresto», y se «jueron» para Honduras con el fonógrafo. El viejo cargaba la caja en la bandoler...

La suerte me había vuelto a abandonar y estaba demasiado nervioso por el exceso de bebida; desquiciado, débil; demasiado deprimido para ...

¿”Cómo echar al canasto los Palpitantes acontecimientos callejeros?” “Esclarecer la verdad es acción moralizadora.” EL COMERCIO d...

Era uno de esos domingos de mitad de verano en que todo el mundo repite: «Anoche bebí demasiado.» Lo susurraban los feligreses al salir de...

A los diez años yo era el monarca de las azoteas y gobernaba pacíficamente mi reino de objetos destruidos. Las azoteas eran los recin...

El mundo ya no es lo que era. Ahora, por ejemplo, se vive más tiempo. Yo tengo ochenta y muchos, y es poco. Estoy demasiado sano, aunque n...

Examiné apresuradamente la extraña situación en que me hallaba. Debía, sin perder un segundo, ponerme en persecución de mi alter ego. Ya ...

El forastero llegó sin aliento a la estación desierta. Su gran valija, que nadie quiso cargar, le había fatigado en extremo. Se enjugó el ...

Leer o descarga desde google drive   (pdf) Desde telegram (epub) ( Émile Michel Cioran ; Rasinari, 1911 - París, 1995) Filósofo francés de ...

Camuflando la quimera Nos atamos ramas a los cascos. Nos pintamos las caras, y los fusiles, con el fango de la orilla del río, colgamos m...

Vi a unos locos Vi a unos locos caminaban por la superficie del mar  creían hasta el final  y se ahogaron aún hoy voltean  a...

Mi espíritu no pertenecía a la raza de los conquistadores, sino a la especie de las vacas que pacen en las praderas de las facturas esper...