He tenido que salir de casa antes de que vuelva mi novia, Irma. Si me ve como estoy ahora, con el mono que llevo encima, me corre a hostias hasta Nueva Caledonia del Sur, que no sé por donde está, pero debe estar muy lejos.
Me avisó, me dice “deja el jaco”, le digo “yo controlo”, me dice “eso dicen todos”, le digo “solo quiero probarlo”, me dice “no me jodas Paco”. Y de probarlo, pase a consumirlo, pase a esconderme de Irma, pasé a gastarme mi mierda de sueldo y pasé a engancharme, todo ello sin darme tiempo a controlarlo.