La voz que me subleva de Juanse Chacón

La voz que me subleva es la lucha del espíritu, lo que realmente importa cuando nos escuchamos por dentro. Desde un lenguaje directo y cargado de sensibilidad Juanse se enfrenta a la muerte, transita miedos y traumas, alterna con la locura ganando siempre la vida y nos enseña la grandeza del amor más allá de lo efímero del cuerpo y la finitud de la pasión. Se rebela ante la rutina y el acoso laboral desde la desidia, la sospecha o una mañana ante el espejo cuadrándose como un boxeador dispuesto a matar a su jefe.

Las imágenes se suceden con delicada precisión y conforman un libro donde la plenitud teatral de algunos poemas alcanza momentos sublimes. De repente se siente el vértigo de interpretarse a uno mismo, de enfrentarte a tu asesino o de ser el espectador de las múltiples voces que te asaltan. La realidad se confunde con la ficción como dos gemelas indistinguibles.

Si en la primera parte nos encontramos una poesía más realista y en la segunda se nos muestra a un autor escénico, hacia el final el autor despliega su paleta de colores e irradia al poemario de una luz onírica, plena de misterio, donde transitan buques que se pierden en la noche, cráneos que golpean contra el suelo en la fortaleza interior del poeta o una revuelta en las aldeas donde animales mitológicos aparecen sublevados contra la gran urbe.



El viaje del héroe

Aún quedan muchas horas hasta el amanecer en las que sientes la opresión en tu pecho como una llamada a destiempo
de la madrastra locura.

No se trata de zarpar a lugares remotos los tétricos pasajes están en tu cabeza y la lucha es contra uno mismo
contra las pupilas desorbitadas del espejo. Tiemblas.
Temes deshacerte en la nada
y ser un segundo en pausa dentro del manicomio.

Empotrados los ojos a la ventana todavía duermes con el flexo encendido llorando por el verso que te acune
por la respuesta de algún ángel de Alberti que ronde despierto y se apiade
de unas manos frías de pánico.

Quién iba a pensar que te levantarías aterrado cuando alguien volteó las patas de la cama
y tirándote de los dientes te sentó en la poesía para que en vez de un canto vitalista
sea un canto a la camisa de fuerza
a la inesperada desconexión de lo existente. Calma.
Al cabo del rato el sueño
gracias al psiquiatra, un folio sacado del cajón.

Ni tan siquiera Dios,
que andaba fumando por el pasillo,
se ha dado cuenta de la guerra silenciosa.

Mañana nadie te lo notará en la cara cuando el profesor de escritura dramática ponga en la pizarra los pasos de Campbell en el viaje del héroe.

Y ahora a dormir para siempre.



Asuntos pendientes

Si algún día me encuentran muerto en una bañera repleta de sangre
no lo dude, señor comisario, no he sido yo.

Aún tengo varios asuntos pendientes conocer a fondo las rodillas de mi amada leer Los detectives salvajes de Bolaño
y otros tantos que no es de recibo que aquí los cuente.

Así pues, no quiero que digan que muerte tan violenta
es propia de un inadaptado.

Rastree todos mis pasos señor comisario fíjese bien dónde tomé mi último café averigüe quién estaba allí sin yo saberlo y cuándo subió para después
atacarme por la espalda
como solo lo hacen los cobardes malnacidos.

No quiero ser muñeco de cera en el ataúd tengo ganas de incordiar a este siglo enfermo
de ser algún día poeta y que mi padre me respete.

No lo dude
aunque cuelgue sostenido de una cuerda a un metro del suelo
aunque aparezca una nota con mi letra

despidiéndome …

y sea lo más evidente
y no hayan dejado pistas yo jamás haría eso.
Si la suerte me concede
otros veinticinco años por delante

rescataré de las ascuas
los libros que forjaron mi ser
y ya solo me importará el poema.

Llegado el caso y siendo osado pediría acabar mis días
alejado del mundanal ruido en un paisaje mitológico
acorde a los deseos de la infancia para perderme por mi poesía vivida cuando me arrase el alzhéimer.


Equis

Alguien golpeó en mi puerta de madrugada pero no me dio tiempo a regresar del sueño solo dejó un cofre vacío y perturbador
para que sea yo quien construya el significado.


Infinito

Me has traído dentro del poema viejo muelle frente al mar
donde estoy retomando la existencia.

Permanezco embelesado por el rumor del oleaje amándote marino,
alumbrado por tu serena sonrisa navegando a través de los recuerdos
con libertad de espíritu y sin remordimiento.

Me brota la rebeldía de vivir resuena el mundo circundante tiembla la noche estremecida y mi niño muerto
acaba de abrir los ojos.

Te despediste sin estruendo me enseñaste a no temer
el abismo tras la última puerta.

Gracias por dejar que descarrile libre por no inculcarme nada en la infancia por permitir quemar un sinfín de escritos hasta dar con el verso certero.

Jamás olvidaré cuando volando a Liverpool para rescatar a Carmen de su delirio
dijiste que el despegue de un avión lo explica una fórmula
pero que pueda suceder es cuestión de magia.

Tu reflexión venida de un hombre de ciencias de un dibujante de estelas por cielo y mar guarda una concepción trascendente
una mirada que traspasa horizontes.

Ahora entiendo la fe de tus últimos días la tranquilidad con la que aupabas
tu vasito de vino
la alegría al rememorar Sebastopol o Valparaíso los puertos de tu juventud en plena Guerra Fría.

Me has traído dentro del poema para que entienda mejor tu legado.
No se acaba el universo con los cinco sentidos
nos encontraremos quizás en otro azul inabarcable.

 


Biografía del autor

Ilustración de portada: Sonia Sanz 


Instagram: @notempoediciones



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