'Artículos dedicados a sus amigos', de Henri Cartier Bresson

Para mí, Ernst era la sensibilidad personificada, tenía un encanto y una agudeza irresistibles; un conocimiento del mundo, su color, sus estratificaciones desde sus orígenes, varias culturas que expresaba tan vívidamente en sus fotografías…

  Desapareció rápidamente como un cometa dejando tras de sí una larga estela de comprensión humana y llena de sutileza.

  Me parece oírle soltando una carcajada y riéndose de mí si pudiera leer esto.

  15 sept. 86


Robert Doisneau

Nuestra amistad se pierde en la noche de los tiempos. Nos hemos quedado sin su risa llena de compasión, sin sus réplicas contundentes de gracia y profundidad. Nunca hacía repeticiones inútiles, cada vez la sorpresa. No obstante, su bondad profunda, el amor de los seres y de una vida modesta, se halla para siempre en su obra.


Sarah Moon

¿Signo de interrogación? Ése es el título elegido por Sarah Moon para un documental que no tiene nada de convencional, donde intento evadirme a cada instante sin conseguirlo, pues ella me alcanza sin cesar… Varias veces, en la película, me hago la pregunta: «¿De qué se trata?». Finalmente, no hay respuesta. En fotografía, como en otras cosas, el instante es su propia pregunta y a la vez su respuesta. Lo que me apasiona y me guía en fotografía, es que el gesto y el espíritu coinciden. Ahí no hay ni dualidad ni regla.

  Sarah Moon vino sin ideas preconcebidas, diáfana, translúcida, con su pequeña cámara de video amateur, pero presente ante mí, que, pésimo actor, me debatía como el diablo ante la cruz. Me dejó decir lo que tenía que decir, a pesar de mis despropósitos. Tejió con equilibro las tres actividades que me han absorbido: el dibujo, la fotografía y el cine documental. No obstante, no hay más que una mirada. Sarah Moon no pretendió privilegiar la fotografía, por la que soy más conocido. Esta notoriedad es difícil de llevar: me niego a ser un abanderado, yo que he intentado pasar desapercibido toda mi vida para observar mejor.

  La segregación de la que es objeto la fotografía, el ghetto en el que ese mundo de especialistas la ha colocado, me disgustan. Los fotógrafos, los artistas, los artistas plásticos… Se tiene un sentido de la plástica, o se posee un pensamiento conceptual. Que algunos prefieran una cosa a la otra, no es mi problema. Mi problema es estar en la vida. Captar el instante en su plenitud. El pensamiento aislado no me interesa. La fotografía es un oficio manual, moverse, desplazarse… El cuerpo y el espíritu deben de ser uno solo. Pequeño paréntesis: pese a los sinsabores, a un joven burgués surrealizante le fue útil, durante los tres años de su cautiverio, hacer trabajos manuales: rellenar las traviesas de los ferrocarriles, trabajar en los cementerios, en fábricas de cigüeñales, lavar las enormes perolas de cobre donde se cocían los guisotes, segar el heno. Y todo ello con una sola idea en la cabeza: la evasión. Sarah Moon lo comprendió. He visto varias veces su película, pero sin duda gracias a su sutileza, cuando la veo no me doy cuenta de que trata de mí. ¡Qué suerte!


André Kertész

Cada vez que suena el obturador de André Kertész / siento que su corazón late; en el parpadeo de su ojo / veo la chispa de Pitágoras. Todo ello en una admirable continuidad de curiosidad.


  3. 1984


Fotografiar al natural. Artículos dedicados a sus amigos.



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