No he muerto lo suficiente para abandonar mi nombre: Un poema de Mario Alberto Santoyo

Foto de Thirdman

Es la incertidumbre la que nos hace daño 
ver la desesperación en ti y en los otros
la vida es lucha y derrota
La espera de un momento exacto 
tocar fondo  
Esta aflicción exige sentirse 
El dolor se hereda.

Al final uno busca 
el sitio que menos le duele
ves que las cosas se consumen
como la vida pasa frente a ti
como tú cuerpo 
poco a poco
entra en desuso

Vivir es florecer 
una sequía en el cuerpo 
Dejar que los gusanos se traguen la memoria
Dura tres días convertir nuestros recuerdos en polvo
morir de forma definitiva
Pero la suerte llega demasiado tarde
todavía muertos nos recibe el llanto
vivimos la mayor parte de nuestra muerte
como huéspedes de algún despojo
en un dolor no siempre nuestro
nos acostumbramos tanto a la tristeza 
que le agarramos el gusto
y después de rato 
las quejas por la vida se sofocan 
sufrir es más fácil
Seremos un hueco que nadie quiere habitar  
nos convertiremos en objetos que carecen de vida 
Para que ya no nos duela 
ser nosotros





Mario Alberto Santoyo. Ha sido publicado en las revistas Punto de partida de la UNAM, Ágora del del colegio de México y en Círculo de poesía, Primer lugar en el certamen de poesía de la universidad Iberoamericana – Instituto cultural de león. Realizó un voluntariado cultural en Los Países Bajos y en Francia. Trabaja en la escritura de “Carbono 14” un poema de largo aliento de 100 páginas.

Foto de Thirdman: pexels-public domain.

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