Versos para mi muerte: Liz Gallegos

Desde la ventana entreabierta de esta habitación violeta
Contemplo caer hojas secas por el viento
Crujen oxidadas las bisagras
Y en penumbras me desnudo frente al espejo
Mienten mis pies
Porque no saben cómo decir que el tiempo se me acaba 
Y que no podrán soportar más este cuerpo cansado.
Dejo caer la ropa al piso y me detengo
Me detengo ahí
Donde la muerte dejó una cicatriz
Cuando se presentó frente a mis ojos incrédulos.


Y ella susurró a mi oído;
“Ven, ya oscureció
Sigue mis pasos y víctima del vértigo
Permite que la soledad perdure incansable en tu alma”
“Camina junto a mí” dijo calva y sombría 
“Cuando caigas rendida, exhausta
Y el dolor atraviese tus huesos”
Lo sabrás;
No hay más alternativa que mi regazo
Ansiosa esperaré y tomaré tu mano
Para cruzar el umbral al pantano tenebroso,
Hacia lo terrible.


Se evapora de mis manos la rosa ambarina
Que me diste un día sombrío y marchito
Llora y se queja herida en la niebla
Envenenaste sus espinas, a través de ellas vi tus ojos
Negros, siniestros, esperándome.
Mis manos vacías y estériles
Guiadas por la tuyas me enseñan el sendero
A la oscuridad, al borde de un abismo pérfido
Hacia mi sepulcro.
Se evapora de mi tumba 
La rosa ambarina que me diste un día
Cuando me viste agonizar
Entre morfina y pesadillas
¡Querías verme morir!
Y arrastrarme al infierno.










Liz Gallegos. Encuadernadora formada en Chile, España y Argentina. Poeta. Directora del taller de encuadernación de Ediciones Liz. Diplomada en Literatura universal y pensamiento femenino en PUC de Valparaíso. Autora de los poemarios “Dolores”, “Desnuda”, “Tres veces mariposa” y coautora de “Juntas y revueltas” y “Romance por Tadea”.

Photo by Luemen Rutkowski on Unplash (public domain).

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