«El Tulpa», un relato psicológico de la escritora mexicana Mariana López Rodríguez

—Las cosas malas nunca te las dicen.
—Lo que les voy a contar no me sucedió a mí, pero si a una amiga. Siempre he pensado que lo más peligroso es la soledad, la cual nos puede llevar a sobrepasar los límites de nuestra propia razón. Existe gente que los vemos tan normales en el exterior, pero tan solos que dan vida a sus máximos compañeros y amigos en forma de Tulpas. Mi amiga sentía tanta soledad que me lo empezó a contar como una opción. Yo le decía como puedes pensar eso, eres joven, bonita, tienes un buen trabajo, no te desesperes pronto llegará. En mi afán de saber lo que mi amiga decía, inicié a investigar sobre el tema, lo que leí me preocupó, cuando comienzas a trabajar con la mente, el subconsciente, son temas de los que sabemos muy poco, yo leí en uno de esos libros esotéricos que para crear un Tulpa debes usar tu imaginación, sin embargo, en mi opinión, hay cosas con las que no deberías meterte.

Al siguiente fin de semana nos vimos en una cafetería y yo la puse al día con mi investigación y el potencial peligro de sus actividades, ella me juzgó de exagerada, me dijo que no pasaría nada. Lo que yo leí es que es un proceso de visualizar en el pensamiento a una persona, creándoles su conciencia y después ellos desarrollan sus opiniones independientes y forman sus creencias. Se lo dije, pero estaba tan resuelta que no daba importancia a mis palabras.
Traté de disuadirla de no entrar en el subconsciente. De no seguir con ese experimento, que buscará actividades las cuales hacer en su tiempo libre. En nuestras pláticas yo trataba de alertarla sobre el peligro:

—Sabes que son cuerpos hechos de mente, formaciones mágicas generadas por una poderosa concentración de pensamiento —le decía inútilmente porque ella no me escuchaba. Hasta me decía que ya era como un disco rayado siempre lo mismo.
Ella seguía sintiéndose sola y yo más, por no poder ayudarla, me dijo que encontró un sitio en internet donde muchas personas compartían cosas muy bonitas con sus Tulpas. 

—Claro —le respondí. Mira un Tulpa puede entenderte como nadie, porque conocen todos tus pensamientos, metas, y recuerdos. 
—Y por eso son tan peligrosos, no lo hagas por favor.
Por nuestros trabajos y actividades nos distanciamos un poco, entre mis entrenamientos, trabajo y clases poco tiempo me quedaba para poder salir a divertirme y me siento responsable de la terrible decisión que ella tomo.
Cuando la vi, después de dos semanas noté algo raro en ella, nos citamos en el restaurante que nos encantaba cenar. 

—¿Viste al muchacho que se acaba de ir? —me preguntó entusiasmada.
—No.
—Pero si casi chocas con él.
—Supongo que venía muy distraída. 
—Hemos estado platicando desde hace unos días, tenemos cosas en común, es tan lindo, tan amable, tan romántico. 
—¿Y dónde lo conociste?, ¿Dónde trabaja?, ¿Sabes a qué se dedica?
—¡Ay!, no me abrumes, ya habrá tiempo de que me diga toda esa información por lo pronto confórmate con saber que le encanta viajar, me invitó este fin de semana y acepté. 
—No vayas amiga no lo conoces, no sabes sus intenciones.

Ella estaba tan emocionada que no pude romper su corazón, solo le dije: Amiga, cuídate, por favor.
Ese fin de semana se llenó mi WhatsApp de fotos de su viaje, pero en ninguna salía el hombre maravilloso del que me hablaba. Yo pensé que era casado y por eso no quería dejar evidencia, ojalá hubiera sido eso.

Mi amiga estaba dentro de una alucinación autoinducida, ella había ya diseñado a su compañero de por vida. Ella imaginó el muchacho de sus sueños aquel que sería su novio ideal, su esposo ideal, desarrollo sus gustos y una vez creados se sabe que el Tulpa puede cambiar cosas por sí mismo. 

Imaginó su esencia, su olor, con tiempo y mucha práctica puedes hacer contacto con el Tulpa interactuando diariamente, eso era lo que yo sabía. En ese momento el Tulpa empezó a existir por cuenta propia, sin obedecer a quien lo creo (y yo sin poder vislumbrarlo). Ya no lo controlaba respecto a cuándo aparecer y cuándo desaparecer; dejó de ser una proyección o ente imaginario para volverse un alma residual y ya no sería tan fácil de controlar o de eliminar, porque presentaba una conciencia propia. 
Mi amiga creo su pareja imaginaria con voluntad, pensamiento y opinión propia, dándole autonomía. Por una u otra razón no coincidíamos para vernos, ella estaba todo el tiempo ocupada con él, yo seguía pensando que era casado o tendría novia y solo se estaba entreteniendo con ella.

Después de mes y medio logramos vernos, ella estaba muy mal, me comenzó a decir que estuvieron juntos pero que ella sentía algo muy extraño, despertó y no estaba; que tal parecía que había cámaras y micrófonos vigilándola en todos lados, porque él aparecía cuando ella hablaba con hombres, que había entrado a su trabajo y nadie lo vio. Me dijo que comenzaba a tenerle miedo porque era muy posesivo, celoso y ya estaba cada vez comportándose violento. Incluso coqueteaba con mujeres estando con ella. Le dije que lo dejara, ella me calló y asustada me confeso que él le prohibió verme, que me lastimaría si me metía entre ellos. Me tengo que ir, presiento cuando el viene, sin darme tiempo de nada se fue, salí corriendo tras ella y logre alcanzarla en el estacionamiento, le pregunté: ¿Hiciste un tulpa?, ¿lo hiciste?, ¡contesta!, no es real, podemos buscar ayuda, puedes eliminarlo. 
Ella solo me miro y dijo: es tarde, ya está aquí.

Se fue y no supe de ella hasta tres meses después, la vi y no me reconoció, estaba vestida como hombre y junto a una mujer. Sentí que me desmayaba. No lo podía creer.
Aún la busco, pero no puedo encontrarla; en ocasiones mi celular suena y es ella, pero cuando respondo, ya colgó la llamada. Esta prisionera porque el conoce todos sus pensamientos. No la dejaré, seguiré buscándola.
Quienes la ven me dicen que a veces es mi amiga y a veces es el Tulpa.







Mariana López Rodríguez

Escritora e Ingeniera Industrial, Mexicana nacida en el estado de Veracruz un 30 de diciembre. Asiste a Grupo Alquimia de Palabras, alumna del Escritor J R Spinoza. Ha participado en actividades de Fóbica Fest, Buenos Relatos, El Guardatextos, Herederos del Kaos, delatripa y el Narratorio, Alas blancas, Poetómanos. 

Facebook: Mariana-LoRdI - Instagram: Mariana LoRdJr 

Photo by Михаил Секацкий on Unsplash (public domain).


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