Julien Gracq: Formulas para la novela ideal (PDF)


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Julien Gracq

(Louis Poirier; Saint-Florent-le-Vieil, 1910) Novelista y ensayista francés, de sutiles rasgos surrealistas. Nacido en una familia de artesanos y pequeños comerciantes, estudió como interno en un liceo de Nantes durante siete años, período cuyos recuerdos volcaría en La Forme dune ville (1985).

Residente en París a partir de 1928, entró en la Escuela normal superior en 1930, donde descubrió a Wagner y el

Cartas Finlandesas: 'Hombres del Norte. Cómo se mueren los finlandeses', de Angel Ganivet


La muerte es el término natural de todas las cosas de esta vida; y para que estas cartas, que he ido escribiendo con la mayor naturalidad que me ha sido posible, terminen naturalmente también, voy a matar a los finlandeses y a dejarlos muertos y sepultados para que ningún español vuelva a tocarlos, así como ninguno había escrito hasta ahora sobre esta tierra remota, a menos que yo ande mal de noticias. Pocos son los españoles que aquí vienen, y los pocos que vienen, vienen a sus negocios, y sólo en ellos se fijan y no se enteran más que de lo relativo a la venta de vinos, frutas y sal, que es en sustancia lo único que España envía a este país.

«Argumentos anotados», un relato de Nathaniel Hawthorne


Un hombre, en la vigilia, piensa bien de otro y confía en él plenamente, pero lo inquietan sueños en que ese amigo obra como enemigo mortal. Se revela, al fin, que el carácter soñado era el verdadero. La explicación sería la percepción instintiva de la verdad.

Poema: «En el viento se balancea», de Srecko Kosovel

Srečko Kosovel

Su obra poética se divide en tres etapas: impresionista, expresionista y constructivista, aunque contiene elementos dadaístas, surrealistas y futuristas. Por César Abraham Navarrete Vázquez

Srečko Kosovel nació el 18 de marzo de 1904 en Séshana, población ubicada en la meseta del Kars, cuyo margen occidental ha fungido históricamente como frontera étnica entre italianos y eslovenos.

«Una casa para siempre», un texto de Enrique Vila Matas


De mi madre siempre supe poco. Alguien la mató en la casa de Barcelona, dos días después de que yo naciera.

El crimen fue todo un misterio que creí dar por resuelto el día en que cumplí veinte años, y mi padre, desde su lecho de muerte, reclamó mi presencia y me dijo que, por desconfianza a los adjetivos, estaba aproximándose al momento en que enmudecería radicalmente, pero que antes deseaba contarme algo que juzgaba importante que yo supiera.